Terminator
Pero como un día Cameron ideo a Terminator 2, la oligarquía terrateniente desde la Secretaría Vial de la mano de Del Carril, Del Solar, y un puñado de ilustres pertenecientes a la nueva burguesía chacarera construyeron Rossi 2, una versión derechosa y soberbia dispuesto a representar los intereses de la oligarquía terrateniente rojense (*1) en el gobierno local con tal de pisotear ese pasado de fracasos.
El intendente Rossi irá por la reelección, camisa abierta, pecho inflado, pantalla gigante y con nuevos efectos especiales de asfaltos y otras yerbas “anti populistas” como la seguridad (todos slogans usados por la dictadura) vendrá nuevamente a esta tierra a asegurarnos el desino radical conservador que tan bien nos sienta a los rojenses. Permítanme en esta parte hacer un paréntesis, no quiero saltearme el cuento de la seguridad, ¿saben el chiste?, ese que dice: “¿para qué están las casillas policiales en las entradas de Rojas? Para asegurar el consumo interno”. Muy bueno, pensar que mi tía Chicha, radical ella, solía decir, “Si gana el Chano Rojas se va llenar de droga”.
Rossi es Terminator, el de Cameron, el ciber robot invencible e infalible. El de Arnold Swazzeneger, el musculoso y homofóbico gobernador amigo de Bush y de la liga de las armas. El de la saga, el que en su versión original luchaba contra los humanos, ese que derrotado y vencido se hundió en el hierro fundido para desaparecer con la frase célebre “hasta la vista Baby”.
Al igual que Terminator, Claudio Rossi fue originalmente el malo de la película, fue por años el personaje no querido y relegado del partido radical, militante radical desde los 18 años que por olfato de comite nunca tuvo un lugar de preponderancia en la política local, a tal punto fue desechado y derrotado que ya vencido, vapuleado por su partido, se hundió en el hierro fundido del “populismo peronista” para desaparecer de la escena política radical trabajando para la gestión del Chano Aloe.
Pero como un día Camerón ideo a Terminator 2, la oligarquía terrateniente desde la Secretaria Vial de la mano de Del Carril, Del Solar, y un puñado de ilustres pertenecientes a la nueva burguesía chacarera construyeron Rossi 2, una versión derechosa y soberbia dispuesto a representar los intereses de la oligarquía terrateniente rojense (*1) en el gobierno local con tal de pisotear ese pasado de fracasos.
Esto no es ni bueno ni malo, los pueblos tienen los gobernantes que se merecen y en ese sentido todos sabemos que Rojas es un pueblo radical conservador, de las nueve intendencias que se llevan desde la vuelta a la democracia en 1983, seis fueron radicales, dos peronistas, y una vecinalista. Pero es más, de esos 33 años, solo en cuatro hubo supremacía peronista y fue en el periodo 2003-2007 pos desastre del gobierno radical de De La Rúa.
En realidad este juego Peronista-Radical ya no sirve, es un análisis inútil, las divisiones ideológicas serias y responsables deberían llevarnos hoy a observar otras características de valor, la historia nos muestra que partidos políticos de masas como el Justicialismo o el Radicalismo tienen en su interior comportamientos y pensamientos muy amplios y disímiles. No fue lo mismo Yrigoyen que Alem, ni Alfonsín que Balbín, tampoco el Perón del 43 al 51 que el del 51 al 55 y ni que hablar el Perón del 74. Tampoco fueron lo mismo Menem que Kirchner. Necesitamos como sociedad empezar a mirar que hay dentro de la lata, empezar a contar los garbanzos y ver que un gobierno(mas allá de peronista o radical) puede ser popular (en bíen de muchos) u oligárquico (en pos de pocos), nacional o antinacional (cipayo), de derecho o autoritario.
En esos terminos, el gobierno de Rossi ha elegido la peor combinación, es oligárquico, antinacional y autoritario. Repito, el gobierno de Rossi es oligárquico, antinacional y autoritario. ¿Es esto lo que queremos para Rojas? ¿Es esto el radicalismo rojense? ¿Es esto Vignali? ¿Es esto Boyeras? Una sola vez hablé con Rossi, en su despacho, con la foto de Macri y Vidal a mis espaldas y me definió en una simple frase lo que era: “no quiero un gobierno populista, no quiero ser como Vignali que cuando venia una señora a pedir una garrafa de gas la atendía en su despacho. Yo estoy para otras cosas” me dijo.
Sea como sea el radicalismo ya tiene su candidato, será el representante de la oligarquía terrateniente y de la nueva burguesía chacarera, será el hombre de Monsanto, será el representante de las políticas de entrega nacional y destrucción de la industria, será el que permita fumigarnos, será el que persiga trabajadores, jóvenes y opositores. Visto de otra manera podemos decir que la orligarquía terrateniente local ya tiene su candidato, su “sable sin cabeza”, y es Claudio Rossi, Terminator. Eso ya está definido, lo que falta, lo que esta por verse es si los que han perdido su comercio, su trabajo, su calidad de vida, su tranquilidad, los perseguidos, los oprimidos serán los “LOS BRAZOS SIN CABEZA” que mantengan un gobierno que ha hecho de esta ciudad un lugar peligroso y triste para vivir.
(*1)Rossi fue hombre de Graciela Abril, quien estaba enfrentada con Patricio Gear, claro exponte radical de la oligarquía terrateniente local. La oligarquía terrateniente local hoy en día está formada no solo por los grandes terratenientes locales sino también por empresas como Monsanto, Gear, y similares, por UATRE, por las Cooperativas Agrícolas, y por un grupo de medianos productores y contratistas agropecuarios que forman parte de la nueva burguesía.