Parque industrial: Otro proyecto pensado para el negocio de unos pocos
El parque industrial Rojas es un claro ejemplo de cómo los privados en complicidad con funcionarios usan al estado para legalizar y legitimar quedarse con tierras que de otra manera les seria inaccesibles.
El parque industrial Rojas es un claro ejemplo de cómo los privados en complicidad con funcionarios usan al estado para legalizar y legitimar quedarse con tierras que de otra manera les seria inaccesibles. ¿Cómo es esto? Claramente y como es vox populi, el campo de 23 has sobre la ruta 188 tenía como destino original ser utilizado para la construcción de viviendas (*), sin embargo por una maniobra del gobierno de Claudio Rossi que ya explicaré en otro artículo, terminarán siendo transferidas a manos de grandes empresas y empresarios con mucho poder de fuego.
El Parque Industrial es la llave de esa maniobra, esas 23 has (ubicadas en una zona de privilegio) se dividieron en 44 lotes de más de 1000
m2 cada uno (80U$s/m2), a los que podrán acceder por su valor y función solamente grandes empresas. Como promesas y moneda de cambio la sociedad de Rojas espera la generación de nueva fuentes de trabajo. No está mal si se cumple, si las empresas no hacen como tantas otras veces radicar allí una fantasía y utilizar esa radicación para acceder a beneficios fiscales y crediticios.
Pero aun siendo cierto, pensemos y analicemos la otra alternativa. La idea original del donante de lotear para viviendas permitía crear entre 300 y 350 lotes para viviendas, lo que solucionaría el 70% de los problemas de acceso a tierra y construcción de viviendas en nuestra ciudad. Con un agregado, encontraría Rojas una zona de expansión urbana que no la tiene por encontrase limitada por el rio y las rutas 45, 31 y 188. Llevar servicios y convertir esa zona en apta para viviendas aportaría a Rojas la posibilidad de ampliar la oferta de terrenos de los campos linderos, con más oferta y menos demanda (gran parte cubierta ya con las 23 has) reducir el valor de la tierra en la ciudad, disponer de tierras para planes nacionales y provinciales de viviendas, favorecer el arraigo y la calidad de vida de nuestras familias, mejorar el sector de la construcción (fuentes de trabajo) y expandir el comercio. Mucho mejor, ¿no?
Sin embargo el Parque Industrial resultó ser una vez más, como un sello distintivo del gobierno de Claudio Rossi, otro proyecto pensado más para el negocio de unos pocos que para resolver los verdaderos problemas de la ciudad que afectan a la mayoría.