Parque Industrial II: La carta de Carlos Carmelino, pieza angular de la maniobra
Carlos Carmelino establece su intención de donar las 23 has para el Parque Industrial con una carta que parecería haber sido dictada exprofeso para darle un marco legal al proyecto. El léxico utilizado, el cambio en el destino de la donación, la firmeza y la exclusividad para con el parque industrial, el pedido de un reintegro económico del que nunca había hablado antes, son algunas de las cosas que sorprenden de la carta. Siendo además una pieza más del rompecabezas que calza a la perfección, y que permite la maniobra de transferencia de tierras destinas originalmente a familias que no tenían vivienda, para terminar en manos de un puñado de empresarios.
Como dijimos en el artículo anterior con respecto a las 23 has donadas para el Parque Industrial Rojas, lo que podría haber sido la solución para más de 300 familias rojenses que sufren las dificultades de acceder al terreno propio para construir su vivienda, terminó siendo, por decisión de Rossi, Ford y Nuñez, el traspaso de esas tierra a un pequeño puñado de empresarios. Algunos de estos empresarios habrán actuado de buena fe, otros se habrán hecho los sota y aprovecharon la volada y otros, seguramente, van a resultar ser testaferros de algún que otro personaje relacionado con el poder municipal.
¿Pero cómo fue posible legalizar esta maniobra?
La piedra angular de la maniobra de trasferencia de las 23 has se encuentra en la foja 1 del expediente municipal titulado “Parque Industrial Rojas”. En la página 1 de dicho expediente se encuentra una copia de la “carta” que presentó de puño y letra Carlos Carmelino con la intensión de donar las 23 has. Como todos sabemos, en reiteradas oportunidades en medios de comunicación local y a cualquiera que se le cruzara por la calle, Carlos Carmelino, expresaba que quería donar ese campo para construir viviendas para gente que no tuviera.
“Así que hice la donación, y cuando me preguntaron qué idea tenía yo en cuanto a lo que se podía hacer, primero dije que se hicieran casas; hay mucha gente que no tiene casa; hay gente que va a la plaza para ver a Rossi porque no tiene casa, gente de Rojas y de afuera. Yo quería que les dieran esa oportunidad. La idea era esa.” (El Nuevo Rojense)
Sin embargo, y para la sorpresa de todos, Carlos Carmelino en su carta de intención de donación cambia el destino de la donación cuando expresa textualmente:
“que ese predio sea utilizado para el bien del pueblo de Rojas como un parque industrial o similar”
y concluye unos renglones más abajo
“el lote de 23 Has y media NO PUEDE SER UTILIZADO CON OTRA FINALIDAD”.
Con esta declaración la legalidad de la maniobra estaba asegurada.
¿Cómo llegamos a ese cambio? ¿Qué fue lo que impulsó a Carlos Carmelino a definir tan claramente el destino de la donación?
Las respuestas a preguntas como estas se simplifican en lo que el mismo Carlos Carmelino relata cuando dice que se reunió con Ford y Nuñez y “lo convencieron”.
Como vemos esto estuve pensado desde el día 1, nada fue dejado al azar, desde el día cero en que Carlos Carmelino escribe la carta de donación con palabras que no son suyas, con un destino que no le es propio y solicitando una remuneración a cambio de la que nunca había hablado antes.