Ensayo sobre la ceguera
Pienso en Ensayo sobre la Ceguera cuando nuestro intendente o alguno de sus funcionarios se inflan el pecho hablando de su gestión, y repiten “el pavimento y las luces leds” como iconos del avance y el progreso. Pienso en nuestra ceguera, en como aplaudimos en la penumbra, en cómo andamos a tientas creyendo cosas que no son, imaginando al tanteo, ilusos, ingenuos. Estamos frente al gobierno municipal más corrupto desde el regreso a la democracia, y también el más ineficiente, y nadie parece ver nada.
Leí “ensayo sobre la ceguera” hace muchos años, es una novela difícil, dura, cruda. Dolorosa, y en consecuencia, inolvidable. No tengo dudas que José Saramago podría haber escrito “ensayo sobre la ceguera” mirando nuestra ciudad. La metáfora de la ceguera que usa el escritor para describir una sociedad irracional, con ciudadanos que se mueven como autómatas, recibiendo información y acatando ordenes sin preguntarse qué está pasando, esa ceguera, ese “mal blanco” como llama al virus el portugués, hace años está instalada entre nosotros.
Le dices a un ciego, Estás libre, le abres la puerta que lo separaba del mundo, Vete, estás libre, volvemos a decirle, y no se va, se queda allí parado en medio de la calle, él y los otros, están asustados, no saben adónde ir, y es que no hay comparación entre vivir en un laberinto racional, como es, por definición, un manicomio, y aventurarse, sin mano de guía ni traílla de perro, en el laberinto enloquecido de la ciudad, donde de nada va a servir la memoria, pues sólo será capaz de mostrar la imagen de los lugares y no los caminos para llegar
Pienso en Ensayo sobre la Ceguera cuando nuestro intendente o alguno de sus funcionarios se inflan el pecho hablando de su gestión, y repiten “el pavimento y las luces leds” como iconos del avance y el progreso. Pienso en nuestra ceguera, en como aplaudimos en la penumbra, en cómo andamos a tientas creyendo cosas que no son, imaginando al tanteo, ilusos, ingenuos. Estamos frente al gobierno municipal más corrupto desde el regreso a la democracia, y también el más ineficiente, y nadie parece ver nada. No hay políticas de ningún tipo, producción, trabajo, cultura, deporte, medio ambiente, desarrollo del comercio, nada de nada. Pero si alguien pudiera ver, si tuviéramos a la mujer del médico de Ensayo sobre la Ceguera, esa mujer que se decía ciega para no desentonar, pero que podía ver, si la tuviéramos a ella, podríamos notar que progreso, que avance, que desarrollo y transparencia, son otra cosa. Pero a pesar de la ceguera, el olor a podrido no deja de sentirse.
Las calles están desiertas, es aún temprano, o quizá sea la lluvia, que cae cada vez más fuerte. Hay basura por todas partes, algunas tiendas tienen las puertas abiertas, pero la mayoría están cerradas, no parece que haya gente dentro, ni luz… Ablandados por la lluvia, los excrementos, aquí y allá, moteaban la calle.
Gestión y resultados
La vecina ciudad de Colón tuvo un crecimiento de su población del 7.4% entre 2001 y 2010, en Rojas, ese crecimiento en el mismo periodo, fue del 2.6%. Más población es el resultado de desarrollo económico, las familias se radican, los pibes no se van, hay más consumo, hay más trabajo y posibilidades. Ese desarrollo y crecimiento no fue casual, Colón es una ciudad con pleno empleo, se han hecho barrios, hoteles, han construido un polideportivo que es la envidia de cualquiera que lo conozca y un centro cultural majestuoso. Han pensado e invertido seriamente en el desarrollo de la industria del turismo poniendo mucha plata en infraestructura para el lago, diversificando así los ingresos económicos para la ciudad. Allí hubo un gobierno serio que apostó al desarrollo y el trabajo, y ahí está el resultado. Acá hubo un gobierno conservador, demagógico y corrupto. El resultado es un Rojas al que han descuidado, sus calles, sus plazas, sus lugares están sucios, desprolijos, abandonados. Tenemos funcionarios que ostentan sus nuevas riquezas sin ponerse colorados, empleados municipales con salarios de pobreza, proveedores que se quedan con los millonarios negocios públicos, servicios y funcionarios que aparecen como por arte de magia dos meses antes de las elecciones y después vuelven a desaparecer. Tenemos proyectos arruinados como el de la Biomasa, otros repartidos entre cuatro vivos como el Parque Industrial. Secretarías y direcciones con presupuestos faraónicos que se diluyen como por arte de magia sin que quede nada para los ciudadanos. Relaciones carnales
con grandes empresas que a su vez se interponen en las decisiones políticas disfrazados de Ongs que las beneficia sobre el interés general de la ciudadanía(algún día vamos a hablar de agrotóxicos en nuestra ciudad, o solo el basural contamina) .
A pesar de todo esto, el gobierno conservador pro/ucr se vuelve a imponer en las elecciones para que todo siga el mismo destino. El final de Ensayo sobre la Ceguera para esto vuelve a ser esclarecedor, dice el médico ante la pregunta de su esposa ¿Por qué nos quedamos ciegos?
Quieres que te diga lo que estoy pensando, Dime, Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven.