El Carnaval
El Carnaval
El carnaval es la fiesta del pueblo por antonomasia. Pero fue recién a partir del 2010, en el marco de políticas orientadas a lo nacional y popular, que se comenzó a trabajar en un proyecto para recuperar los feriados que habían sido eliminados en el año 1976 por la última dictadura cívico-militar.
Originalmente fue una celebración pagana relacionada con la fertilidad agrícola que a partir de la Edad Media es incorporada al Cristianismo.
En nuestro país se celebra de diferentes maneras teniendo en cuenta las distintas regiones y la influencia que han recibido. En este texto sólo se harán referencia a algunas de ellas.
En La Rioja se celebra de una manera muy bonita y muy particular. El carnaval allí es la celebración de la chaya (no confundir con el Festival) que cobra vida en los barrios, en la calle, en los lugares en los que la gente se congrega para ser partícipes de esta manifestación de la cultura popular, cargarla de sentido, de significado. Como dice Ramiro González: “[…]Esta es la fiesta del pueblo/ es la memoria sagrada/ de un tiempo allá en el origen/ que se reedita en las cajas./ El tiempo con sus latidos/ es el tum tum que acompasa/ la sangre de los riojanos/ viene vibrando de cuanta/ con sus coplitas de antaño,/ con sus chirleras tensadas […]”.Aquí están muy presentes la harina y la albahaca en la celebración. Y también son muy tradicionales las topadas o topamientos.
En Corrientes, por ejemplo, la celebración es muy similar a la de los carnavales brasileños. Las comparsas elaboran cada año un tema o un argumento, los trajes están cubiertos de piedras, lentejuelas y plumas. Desde allí, esta manera de celebrar se trasladó a Entre Ríos.
En cambio, en el noroeste de nuestro país las celebraciones son muy diferentes. Allí los acontecimientos más importantes dentro de la ceremonia son el desentierro, al inicio, y el entierro, al final, del Pujllay (el diablo del carnaval). Durante la celebración hombres y mujeres tienen permitido liberar los deseos reprimidos durante el año. Beben chicha o aloja, tiran papel picado, se pintan la cara, cantan coplas. Aquí, la influencia de los pueblos originarios está muy presente.
El año pasado tuve la suerte de recorrer algunos pueblos de la Quebrada de Humahuaca, pueblos como Volcán, Tumbaya, Purmamarca, Maimará, Tilcara. Durante el día se baila por las calles y van de casa en casa donde se convidan distintas bebidas en jarras. Al llegar la noche el baile continúa con la presencia de músicos en los tinglados o en las carpas. Participa todo el pueblo ya que el carnaval es una fiesta inclusiva por naturaleza. De allí traje estos versos…
Carnaval en la Quebrada
Todos los años regresa
después de un largo descanso
desde el vientre de la tierra
hasta el ardor del verano.
Grito que quema en la piel
y se desangra en las carpas;
coplas que cruzan la noche ;
muertos que vuelven en zambas.
Tres noches en que la Muerte
no ha de venir a buscarme
porque seguro se queda
bailando en los carnavales.
Anda una caja llorando
coplas que el vino madura,
y junto al vino los hombres
se están bebiendo la luna.
Y al despertar la mañana
llena de engrudo y de barro
el carnaval va perdiendo
su antigua cara de diablo.
Tres noches en que la Muerte
no ha de venir a buscarme
porque seguro se queda
bailando en los carnavales.