Coronavirus ¿el salvavidas de Rossi?
Coronavirus: ¿el salvavidas de Rossi?
Durante el primer mandato de Claudio Rossi que arrancó allá por diciembre de 2015, el intendente no dejó de remarcar en cada ocasión que pudo el desastroso estado en que recibió el municipio por parte del entonces intendente saliente Martín Caso. Una deuda de diez puntos del presupuesto municipal, un parque automotor devastado, más de 700 empleados y servicios obsoletos e ineficientes. Hoy, pasados cuatro años de su propia gestión, nada ha cambiado. Podrán sonar muy fuerte los bombos y platillos de su propia banda pero la realidad es que Rojas empezó este 2020 declarando la emergencia económica, lo que significa literalmente “la quiebra de las finanzas municipales”.
Durante el primer mandato de Claudio Rossi que arrancó allá por diciembre de 2015, el intendente no dejó de remarcar en cada ocasión que pudo el desastroso estado en que recibió el municipio por parte del entonces intendente saliente Martín Caso. Una deuda de diez puntos del presupuesto municipal, un parque automotor devastado, más de 700 empleados y servicios obsoletos e ineficientes. Hoy, pasados cuatro años de su propia gestión, nada ha cambiado. Podrán sonar muy fuerte los bombos y platillos de su propia banda pero la realidad es que Rojas empezó este 2020 declarando emergencia económica, lo que significa literalmente “la quiebra de las finanzas municipales”.
El último año fue desastroso, errores presupuestarios, gastos “extras” por las elecciones, contrataciones de obras sin saber como se pagarían llevaron a que en septiembre del 2019, la entonces gobernadora Vidal, tuviera que salir en auxilio de las arcas municipales con casi 100 millones de pesos extras para que el ejecutivo en plena campaña electoral no mostrara el despilfarro económico. La derrota electoral de Cambiemos a nivel nacional y provincial precipitaron lasa cosas, rápidamente renunció el secretario de Hacienda Sebastián Barzaghi (que habría dicho “yo no me voy hacer cargo de este despelote”), se acentuó el atraso con los proveedores de segunda línea, y se suspendió el pago del bono comprometido a los trabajadores municipales. Con Vidal en fuga y sin los fondos indiscriminados que la gobernadora solía destinar a municipios amigos el panorama se complicó, sin la billetera de Vidal, Rossi no pudo mantener la fiesta más de dos meses y todo terminó como ya sabemos declarando la actual emergencia económica municipal.
En números, la herencia que Rossi recibió de sí mismo este 2020 fue peor a la que él mismo tildó de desastrosa dejada por Martín Caso. Un nivel de deuda del orden del 6.5% para el presupuesto inflado, pero que si tomáramos en cuenta un presupuesto normal estaría por encima del 8%. Una deuda de más de 70 millones de pesos con un incremento interanual de más del 200% y 7 veces mayor a la heredada en 2015. Una planta superior a 800 empleados, pobre calidad de los servicios y un parque vial descuidado y destruido que da lugar a exorbitantes pagos por el alquiler de maquinarias privadas.
En tiempos normales eso pondría en graves problemas al ejecutivo local, sin escusas y sin protección veríamos la verdadera cara de un gobierno municipal con manejos económicos que siempre dejan duda y que han llevado a la quiebra al municipio local. Pero estamos en tiempo de coronavirus, y debemos hablar de otras cosas.